martes, 11 de julio de 2017

Viaje a Portugal con el Aula de la Experiencia de Morón (II Parte)

"Biblioteca Joanina de Coimbra"

...La cuarta jornada estuvo dedicada a visitar Coimbra, atravesada por el río Mondego que recorre exclusivamente territorio portugués. Coimbra es sede de la primera Universidad portuguesa y una de las más antiguas de Europa, creada en 1290 por iniciativa del rey D. Dinis I, mediante bula papal de Nicolás IV

La Unesco reconoció la Universidad de Coimbra fundada por Dionisio I de Portugal como Patrimonio de la Humanidad en el año 2013.




Recorriendo su casco histórico, nuestra retina captaba uno de los máximos exponentes del Románico en Coimbra “ la Iglesia o Igreja de Santiago” construida entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII. 

La Torre de la Universidad de Coimbra del siglo XVIII está coronada por el reloj y sus campanas rigen la vida académica de las ocho facultades interdisciplinares que forman parte de la Universidad. 

La Biblioteca Joanina -en honor al rey D. João V, el “Rey Magnánimo”-, se encuentra situada en el patio de la Facultad de Derecho. Fue edificada por las ideas de la Ilustración entre 1717 y 1728 por el rey Juan V de Portugal. Su portada es de estilo barroco, coronada por un escudo del monarca.

De estilo Rococó, es una de las más bellas bibliotecas de toda Europa. Sus libros sólo ser consultados en la propia biblioteca y por orden expresa del Rector, no pudiéndose sacar ninguno fuera de la biblioteca. Cuenta con un bello mobiliario de maderas brasileñas y orientales.

La capilla barroca de la Universidad es impresionante. No está abierta al culto. Con el permiso previo del rector, pueden contraer matrimonio en dicha capilla los estudiantes que acaben su carrera.


El interior consta de tres salas comunicadas entre sí. En la última sala nos encontramos con un retrato del propio rey Juan V. La biblioteca Joanina cuenta con cerca de 70.000 volúmenes, la mayoría libros hasta el siglo XVIII. 

Nos comentó nuestra guía Carolina que la biblioteca cuenta con algunos murciélagos que garantizan la conservación de los libros gracias a su dieta insectívora. También nos comentó que las mesas de la biblioteca se cubren con pieles para protegerlas de las excrecciones de los murciélagos que vuelan libremente para comerse los insectos. Ese es el motivo de que los libros no hayan sufrido ningún deterioro hasta la fecha. 

Es cierto que la biblioteca joanina fue un importante referente para la autora de Harry Potter J.K. Rowling que estuvo como profesora de inglés durante varios años en Oporto, a orillas del Duero.




Se puede decir que si la Universidad es el símbolo de Coimbra, la biblioteca joanina es el símbolo de la propia Universidad.


La mañana de la quinta jornada estuvo dedicada a visitar el centro histórico de la ciudad de Gimaráes que fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. 

Su fundación se le atribuye a Vimara Pérez -vasallo del rey de Asturias Alfonso III, quien daría nombre a la ciudad. Vimara fue nombrado el primer conde del Condado Portucalense, después de haber reconquistado y repoblado la ciudad de Oporto en 868.

El castillo de Guimaráes está situado sobre un montículo y pertenece al siglo IX. En Vimaraes “Guimaráes” tuvo lugar el 24 de junio de 1128 la Batalla de San Mamede, en la cual Teresa de León, infanta de León y condesa de Portugal, se enfrentó a su hijo Alfonso Enríquez, que ganó la batalla y que posteriormente se convertiría en el primer rey de Portugal. 

Por tanto, la ciudad histórica de Guimaráes está directamente relacionada con la identidad nacional de Portugal siendo el culpable de su independencia y primer rey Alfonso Enríquez. Por consiguiente, el castillo se ha convertido en un icono de Portugal. Su torre del Homenaje posee 28 metros de altura. Se conservan siete torres cuadradas que actuaban como murallas defensivas.


Junto al castillo se encuentra la pequeña iglesia románica de San Miguel del Castillo "São Miguel do Castelo". En su interior dice la leyenda que se encuentra la pila bautismal donde se bautizó Alfonso Enriquez.

Una vez me dijo un amigo mío relacionado con la historia que en ella todo era falsable mientras no se mostraran las fuentes. Por tanto, si las páginas de la historia nos dicen que la iglesia tardorrománica de San Miguel se construyó durante el siglo XIII, difícilmente pudiera haberse bautizado el primer rey de Portugal nacido en 1110...

También se encuentran en el suelo algunas lajas de piedra con el símbolo de las profesiones que tenían quienes allí descansan en paz “hospitalarios, cazadores, constructores, etcétera”.

Desde el castillo y la iglesia de San Miguel nos dirigimos al antiguo monasterio de Santa Clara donde brilla con luz propia su bella fachada barroca y el retablo mayor con columnas salomónicas. Entre sus estrechas calles llegamos al antiguo Palacio del Consejo en la Plaza de Oliveira donde se puede observar el Padrao do Salado con el portal de la Iglesia de Nuestra Señora de la Oliveira.

El centro histórico de Guimaráes en su conjunto es un auténtico monumento. Sus calles estrechas y empedradas junto con los barrios típicos forman un bello conjunto de aspecto medieval.


Son frecuentes en algunos rincones de su casco histórico las capillas con representaciones de la Pasión de Jesús. Desde una de ellas se observa una espectacular avenida llena de jardines, donde se encuentra la Iglesia de San Gualter en honor al patrón de la ciudad. Destacan sus dos agujas gemelas del siglo XIX.


Después de la grata jornada matinal, recuperamos energías para desplazarnos por la tarde a la cercana ciudad de Braga, donde se encuentra el Santuario del “Bom Jesus do Monte” como ejemplo de peregrinaje. Sus escaleras barrocas salvan un desnivel de 116 metros. El Santuario se comenzó a construir en 1722 bajo el patrocinio del Arzobispado de Braga. Existen varias capillas dedicadas a la Pasión de Cristo. El Retablo Mayor del Santuario está formado por varias figuras que representan la Crucifixión de Cristo. 

Para facilitar el acceso al Santuario se construyó en 1882 el “Elevador do Bom Jesús” que salva una pendiente del 42%.


La sexta y última jornada la dedicamos a visitar Aveiro. Un monumento en bronce de gran envergadura dedicado al piloto portugués del siglo XV y nativo de Aveiro, Joao Afonso de Aveiro preside la plaza que da acceso a los moliceiros. Joao Afonso de Aveiro en su viaje a la costa de África en 1484 participó en el descubrimiento del Congo y Zaire estableciendo puestos comerciales.

Esta comarca estuvo aterrorizada por los saqueos de los vikingos y de los piratas. Los efluvios y reminiscencias vikingas han llegado hasta nuestros días a través de la construcción de estos barcos de tipo nórdico denominados “moliceiros” que tienen unos colores muy llamativos (azul, amarillo, verde, rojo, negro o blanco). 

Otra reminiscencia de tiempos pretéritos que perdura en los moliceiros es que cuando navegan por los canales de Aveiro con sus largas embarcaciones tocan una especie de trompeta -que simulan el ruido que proyectaba aquellos cuernos vikingos- al llegar a la bifurcación de los canales para evitar posibles colisiones.

Tienen 15 metros de eslora y 2,5 metros de manga, lo que le permite una gran estabilidad con los extremos de proa y popa levantados, pudiendo desplazar hasta 5 toneladas de peso. Su escaso calado les permite moverse libremente a través de los canales con menor profundidad o en lugares donde los bancos de arena impiden la navegación de embarcaciones con quilla.


El castillo de proa guarda un espacio cerrado que sirve de camarote para los tripulantes y de almacén para la vela de la embarcación. El castillo de popa, utilizado para guardar el barril de agua para los tripulantes.

Su función en el siglo pasado era recoger y transportar el molico, plantas acuáticas del fondo de la ría, que se dejaba secar al sol para luego utilizarla como abono, de tal forma que se convertían los terrenos arenosos e improductivos en excelentes tierras agrícolas. 

Al desaparecer “el molico” debido a la degradación de los fondos marinos de la ría por culpa de los vertidos contaminantes y abonos químicos han llevado a la desaparición de esta tipo de embarcaciones de trabajo recuperándose con fines turísticos.

Terminada la intensa mañana en los canales de Aveiro considerado “la Venecia del Norte” nos dirigimos a Leira al restaurante Tromba Rija que nos ha permitido conocer muchos platos tradicionales de la cocina portuguesa con entradas típicas, segundos platos, postres, frutas y frutos secos y café acompañado del vino de Oporto, brandy y café. Un buen punto de referencia para la gastronomía portuguesa.


Después de estimular nuestro apetito con no pocos quilates de nutrientes acompañado del buen vino de la tierra, nos esperaba nuestro bus que haría el recorrido inverso para retomar de nuevo la Vía de la Plata donde nos esperaba Almendralejo, Santa Olaya de Cala, Sevilla y Morón "Tierra de la Cal, del Flamenco y de nuestra propia esperanza".

Desde Portugal, bajo el marco incomparable de nuestro inolvidable viaje realizado con el Aula de la Experiencia de Morón, que quedará grabado en la retina del recuerdo, para el blog de mis culpas...




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2 comentarios:

  1. Magnífico trabajo, amigo Antonio. Me alera muchísimo que vuelvas a realizar estas notas para el Aula de la Experiencia. Los que no hemos ido al viaje contamos de esta forma con una estupenda aproximación al mismo. Para los que han disfrutado de el supone un recuerdo muy apreciable.

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    1. Muchas gracias, Sebastián. Ha sido de nuevo un placer viajar con el Aula de la Experiencia desde la tierra de la Cal y del Flamenco. Un abrazo.

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