viernes, 1 de enero de 2016

Alhama de Granada "La última frontera de al-Ándalus"

Al Hämma

Desde Montefrío enarbolamos nuestra "proa autodidacta" en busca de Alhama de Granada, cruce de caminos y puerta de entrada al Reino de Granada en la época musulmana. Etimológicamente Alhama proviene del árabe al-Hama o al-hamman que significa baños árabes.


A poco que viajemos un poco por la antigua Al Ándalus, nos daremos cuenta que la cultura ansalusí es heredera de una herencia inapreciable de nos dejaron los omeyas, almorávides, almohades y nazaríes como fruto del trasvase de culturas y corrientes migratorias desde el Norte de África hasta Al Ándalus (711-1492). Es evidente que cada época tiene sus luces y sus sombras, encuentros y desencuentros.

Un marco geográfico desde la antigua Sharq al-Andalus (oriente) hasta el antiguo Garb al-Andalus (occidente) con la cuenca del Wad al Kabir (Guadalquivir) como gran receptora histórica de las civilizaciones como fiel testigo de la historia, fusionando la cultura autóctona con diferentes pueblos mediterráneos, formando un auténtico crisol de culturas, donde la lengua árabe de Al Andalus ha sido una lengua sinónima de refinamiento y erudición en su época, lo que sirvió como vehículo para introducir las primeras traducciones al árabe de los filósofos griegos, en especial Aristóteles de la mano de Averroes y que posteriormente se benefició el pensamiento posterior del mundo latino (Santo Tomás).

Cuando la Europa cristiana, en el año 1000 estaba bajo el influjo del fin del mundo, Al-Biruní calculó el radio de la Tierra demostrando que nuestro planeta giraba alrededor del Sol.También confirmaron la esfericidad de la Tierra siglos antes de que Colón descubriera el Nuevo Mundo. La madraza o universidad islámica, creada en el siglo XI, fue el embrión de las universidades europeas. 

A partir del año 1212 con la batalla de las Navas de Tolosa, las tropas cristianas empezaron a llamar Andalucía aquéllos territorios que iban conquistando (la antigua Isbilia, Córduba, Jaen) hasta llegar a la antigua Garnatha el 2 de enero de 1492.

Por tanto no era nada extraño que Federico García Lorca, considerara el 10 de junio de 1936 sobre la toma de Granada en 1492 por los Reyes Católicos que estuvo acompañada de intolerancia e integrismo religioso:

“Fue un momento malísimo, aunque digan lo contrario en las escuelas. Se perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una arquitectura y una delicadeza única en el mundo, para dar paso a una ciudad pobre…”.

Reminiscencias y efluvios andalusíes que han pasado a formar parte de la genealogía del pueblo andaluz con identidad histórica.

Los baños árabes daban una mayor categoría urbana a las antiguas medinas andalusíes formando parte del ritual religioso por un lado y como foco de vida social por otro.

Es cierto que Alhama tiene cierta similitud con Ronda al estar ubicada sobre un tajo con efluvios y reminiscencias andalusíes.

Alhama de Granada fue una importante plaza fuerte en el antiguo reino nazarí formando parte junto a Loja, Íllora, Moclín y Montefrío de “la última frontera de Al Ándalus”, que fuera tomada el 28 de febrero de 1482 por Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz en represalia por la toma de Zahara por parte de las tropas nazaríes.

La toma de Alhama tuvo enormes efectos psicológicos en el reino nazarí siendo clave en la descomposición posterior del reino de la antigua Garnatha cuyo eclipse sólo sería cuestión de tiempo.

Al Ándalus tuvo su prólogo en el seno de la Casa del Islam (Dar al Islam) en el 711 y su posterior epílogo en 1492.

Normalmente los baños árabes se ubicaban en la confluencia de varias rutas comerciales como paso obligado para los viajeros y forasteros que visitaban la medina, sirviendo como antesala para la posterior visita a la mezquita. Por tal motivo, muchos de los baños árabes se encontraban junto a las puertas de las medinas. 


Los árabes potenciaron los recursos hídricos construyendo azudas (del árabe as-sudd, presa), albercas (del árabe, al beer-kah, estanque), los molinos con sus ruedas hidráulica o sigalla, para elevar el agua del río a través de sus cangilones y así poder encauzarla a una acequia destinada para riegos y fuentes, norias, aceñas o molinos harineros de agua, aljibes, alcorques o agujeros alrededor de los árboles para almacenar el agua de riego, los azarbes que eran acequias que transportaban las aguas sobrantes del regadío para devolverlas al río. En terrenos abruptos como la sierra utilizaban el cultivo en terrazas. 

En la agricultura, los árabes revolucionaron las tareas del campo con nuevos métodos de cultivo, injertos, etcétera. Las huertas brillaron con luz propia con nuevas hortalizas como la berenjena, la alcachofa, la endivia, el espárrago. Nuevas frutas como la granada, el melón, la cidra y los albaricoques enriquecieron nuestra dieta mediterránea.

Para suministrar abundante agua en los baños "al-hamman" de considerables dimensiones de una importante medina andalusí era necesario disponer de un caudal de agua suficiente. Tal contingencia se solventaba construyendo dichos baños árabes junto al cauce de los ríos. 

El agua se extraía mediante una noria de sangre que extraía el agua mediante numerosos cangilones que la depositaba mediante canalizaciones hasta una gran alberca ubicada junto a la leñera como primer habitáculo del baño donde se encontraba la caldera. No se calentaba el agua sino el aire, transmitiendo el calor por vía subterránea (hipocausto) a la sala caliente y templada. El vapor de agua se conseguía arrojando cubos de agua sobre el suelo candente en la sala caliente. El aljibe tenía la función de llenar los recipientes. 

La estructura de los edificios de los baños árabes es musulmana y construida en ladrillo. Las tres salas reciben la luz a través de lucernarios estrellados. La obra estaba formada por pilares cruciformes y arcos rebajados cubierta por una cúpula de ladrillos. 



Los baños árabes estaban compuestos de:

La recepción o vestuario (bayt al-maslaj), sala fría (bayt al-barid), templada (bayt al-wastany) y caliente (bayt al-sajun), hipocausto y caldera.

Pero la apacible vida de la próspera villa nazarí se truncaría por sorpresa en 1482 al ser asaltada en un audaz golpe de mano dirigido por el Marqués de Cádiz, en represalia por el ataque nazarí a Zahara en 1481, lo que le convertiría en el “casus belli” de la Guerra de Granada, epílogo del eclipse del reino nazarí ocurrido el 2 de enero de 1492. Aunque sufrió varios asedios por las tropas nazaríes, nunca más volvería a manos musulmanas. Rodrigo Ponce de León reconquistaría definitivamente Zahara en 1483.

Por Real Cédula, en 1486 los Reyes Católicos nombraron a Hernán Pérez del Pulgar, Capitán General de Alhama, por su valor al eludir el cerco nazarí y llegar hasta Antequera para pedir auxilio, evitando la pérdida de tan señalada plaza fuerte. 

Destacó también en la conquista del castillo de Salar, entre Loja y Granada, en el sitio de Baza, en el asedio de Salobreña por parte de Boabdil en 1490 y en la entrada a Granada en 1490 donde colocó en la puerta de la Mezquita un pergamino con el “Ave María”. 

Los baños árabes de Ronda, Jaén, Alhama o El Bañuelo en Granada son un bello ejemplo de su rico legado. Eran un lugar de encuentro, charla y reposo que procuraba la higiene y limpieza necesaria que exige la religión musulmana. Casi todas las casas andalusíes disponían de letrinas. Sin embargo, la higiene en la Edad Media en el mundo cristiano brillaba por su ausencia. Felipe II ordena clausurar los baños árabes por considerarse un “lugar pecaminoso”.

En las medinas andalusíes eran frecuentes los acueductos por los que entraba el agua a la alcazaba (al-qasbah), recinto fortificao que presidía la ciudad andalusí. Las mezquitas se emplazaban en dirección noroeste-suroeste. El aljibe (algúbb) almacenaba el agua para la supervivencia de los habitantes. La alcaicería (al-qaysar) y las alhóndigas (al-fondaqs) eran zonas comerciales dentro de las medinas.



Desde el castillo ubicado sobre la cresta del tajo paseamos por la Iglesia del Carmen donde destaca la Fuente de la Carrera, con dos vasos grandes y soporte para los cántaros. En la parte trasera de la Iglesia del Carmen se puede observar una bella panorámica desde el mirador con el río Alhama que movía los viejos molinos harineros, excelente ejemplo de arquitectura popular en el centro del cañón de los tajos. 



A través de la Calle Baja de la Iglesia llegamos a la antigua Casa de la Inquisición de estilo gótico isabelino. Atravesamos un arco de medio punto que desemboca junto a la Plaza de los Presos donde se encuentra la Iglesia  de la Encarnación de estilo gótico-renacentista, levantada por orden de los Reyes Católicos sobre la Mezquita Mayor en 1505. 



Desde la Plaza de los Presos nuestra retina capta el antiguo Pósito -almacén de trigo-, construido en la primera mitad del siglo XVI sobre una antigua sinagoga judía del siglo XIII. Por la Callejuela de los Moros volvemos de nuevo al mirador de los Tajos donde nuestra retina capta una bella panorámica de los antiguos molinos harineros movidos por la fuerza del agua donde los tajos y barrancos ocupan un lugar privilegiado en la retina del viajero.

Desde Alhama de Granada para el blog de mis culpas...


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2 comentarios:

  1. Buenas noches, acabo de publicar una entrada con imágenes de Alhama, del año 1911, y buscando en la red imágenes de este pueblo para poder hacer un comparativo con la actualidad, he visto la fuente de la Carrera, y me gustaría saber si en la fotografía que usted publica, que está tomada desde una perspectiva diferente, la fuente sigue en el mismo lugar.
    Gracias de antemano.
    Un cordial saludo.

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  2. la Iglesia del Carmen donde destaca la Fuente de la Carrera, con dos vasos grandes y soporte para los cántaros. En la parte trasera de la Iglesia del Carmen se puede observar una bella panorámica desde el mirador con el río Alhama que movía los viejos molinos harineros, excelente ejemplo de arquitectura popular en el centro del cañón de los tajos.

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