viernes, 25 de octubre de 2013

"Morón, Reino de Taifa 1013-2013"



El Reino de Taifa de Morón cumple su primer milenio (1013-2013). Tan magna  efemérides debiera ser motivo para enorgullecernos de nuestro legado como patrimonio inmaterial que nos da la visión de la historia ya que el patrimonio material pertenece a la indiferencia y al olvido, lo que contribuye a erosionar aún más los escasos lienzos de murallas que todavía se mantienen en pie junto al antiguo arrabal de Santa María. Nuestro vestigio arquitectónico más importante que cumple como reino de taifa su primer milenio, nos debiera llevar también a la reflexión y al respeto por nuestra historia como legado.



No hace falta recordar que el castillo de Morón formó parte en tiempos de Abd al-Rahman I ben Muawiya al-Dajil (el Inmigrado 756-788), cuyos dos primeros emires pertenecieron al antiguo Califato de Córdoba según el libro de Ramón Auñón “Los Alkevires de Morón” aunque en historia, “todo es falsable mientras no se demuestren las fuentes".


Es evidente que las conferencias son importantes, didácticas y ponen en valor -palabra muy usada en el lenguaje político-, nuestro legado cultural, aunque todo quedará diluido por el tiempo, si esa negligencia de los ciudadanos junto al olvido de las Administraciones, que son reflejos de nosotros mismos, consiguen que nuestro legado histórico más importante permanezca en la retina del olvido e indiferencia al no estar integrado en el urbanismo de Morón salvo en interminables proyectos que se eternizan y diluyen en los cajones de cualquier Administración, lo que daría en el futuro como resultado el lamento de lo que pudimos haber hecho entre todos con nuestro patrimonio y no llegamos a realizar por nuestra escasa altura de miras.



Dentro del Ciclo de Conferencias  "Morón, Reino de Taifa 1013-2013" en la Casa de la Cultura, tuve la oportunidad de asistir a esta didáctica conferencia en la Casa de la Cultura, el día 22 de octubre de 2013 por parte del arabista y profesor de la Universidad de Sevilla, Rafael Valencia Rodríguez,  “La génesis de la Taifa de Morón y su desarrollo histórico” que comparto  en el Blog de mis culpas…



El Reino de Taifa de Morón fue una entidad política independiente y como reino de taifa contó un territorio muy pequeño similar al de hoy. Cuando el Califato de Córdoba se derrumba surgen reinos árabes en Sevilla, Carmona, Sidonia en la región de Arcos, etc.


Antigua Córdoba

Durante el Califato de Córdoba, la sociedad estaba descentralizada cuyos impuestos sobrantes iban a parar a la provincia y así sucesivamente hasta llegar al gobierno central. El país se administraba desde la antigua Córdoba. Toda la historia de Al-Andalus es una oscilación entre el gobierno central y la división del poder político. Al final del siglo XI con la desmembración del Califato, el país no funciona y vienen los almorávides y almohades.




En la sociedad árabe predominaba el gobierno central, por un lado, y las fundaciones, por otro, que contaban con un juez de cada lugar para dictar leyes y supervisar los recursos de la ciudad. Del imán de las mezquitas dependían las escuelas. El puesto más importante en el Reino de taifa de Morón era el de juez. Pero lo más importante en el mundo árabe no era el territorio sino las ciudades con una base en la agricultura, como así lo atestiguan textos árabes del siglo XIV donde las ciudades eran consideradas el corazón del sistema.


Monumento a Abd-Al-Rahman I en Almuñécar (Granada)

Los Omeyas se consideraban los auténticos sucesores de Mahoma, desde donde venía el poder. Todos los caminos llegaban a Córdoba como poder más influyente del Mediterráneo que se rompe a partir del siglo XI. Todos emulaban a Córdoba, lo que empobrecía el sistema en su conjunto ya que había que pagar "parias" a los reinos cristianos del norte. En el año 1009 muere el segundo hijo de Almanzor y empieza a caer el régimen surgiendo los primeros reinos de taifas, dejando Córdoba y nombrándose gobernadores.


Medina Azahara

En el año 1013, las tropas beréberes entran en Córdoba y destruyen Medina Azahara. En el año 1023, es la fecha en que acaba el califato desde el punto de vista árabe. En Morón se instauró una dinastía bereber en el momento en que cae el Califato de Córdoba. Siguieron manteniendo el mismo sistema comercial. Los higos en dulce, secos y prensados iban destinados al mercado de Alejandría. Los reinos se dividían en partes más pequeñas hasta el año 1080 en que Morón desaparece. Empezaban los movimientos de población de dirigentes que intentaban cambiar su genealogía (de bereberes a árabes).Todos se peleaban por el poder político.


Alcázar de Sevilla

La familia beréber de los Banuh Dammar se hacen con el poder en la cora de Morón, tras expulsar al gobernador omeya. Entraron como soldados en la época de Almanzor y se acuartelan haciéndose fuertes con la caída del califato, contratando a un historiador para elogiar su genealogía. Los linajes se cambian con cierta facilidad y las políticas se componen de políticas de Estado y de pillaje. La de los reinos de taifas fue una época productiva con movimientos económicos magníficos. El aceite de Morón y del Aljarafe lo vendían incluso en el Líbano. Las memorias del último rey de Granada, Abd Allah, reflejan la melancolía de aquella época dorada:  “Al día siguiente del final del mundo –caída de Medina Azahara-, cada general se hizo fuerte en su castillo”, dominando las ciudades, mezquitas y el comercio.




Una alianza en el año 1047-48 del reino de Taifa de Morón con Arcos, Ronda y Granada terminó con una emboscada de Al-Motadid en Sevilla, que citó y metió en prisión con grilletes a sus gobernantes, apoderándose de todas sus pertenencias salvo los de Ronda, como ejemplo para Granada.




En la España de Almutamid luchaban todos entre todos. Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”, abandonó Castilla y sirvió como mercenario en el Reino de Zaragoza y conquistó Valencia. En el año 1085 Alfonso VI conquista Toledo y el Cid le regala el Reino de Valencia.


Castillo de Morón. Torre Gorda
En definitiva, el reino de Taifa de Morón, con una historia de 50 años, merece la pena de ser considerado como el mejor patrimonio inmaterial que tiene esta riquísima tierra sin mencionar el inquilino ilustre don Juan Téllez Girón (1494-1558) que vivió en el castillo de Morón hasta que hereda el título de IV Conde de Ureña, momento en que se traslada definitivamente a la ciudad ursaonense. En 1562 Felipe II les otorga el título de Duques de Osuna, siendo el I Duque don Pedro Téllez-Girón y de la Cueva (1537-1590). Pero eso ya pertenece a otro capítulo de nuestra historia...



Espero que no tengamos que esperar otro milenio para restaurar nuestro legado cultural y que los proyectos no se dilaten ni eternicen  en algún cajón perdido de cualquier Administración, que como efecto colateral aumente ese "dolor lacerante"  para los escasos sillares y lienzos de murallas que aún permanecen erguidos a pesar del tiempo, la indiferencia y lo que es aún peor, del olvido de nuestra historia porque al consentirlo, perderemos al mismo tiempo nuestra conciencia como pueblo si desaparece una de las páginas más brillantes de nuestra historia.


Desde el antiguo alkevirato de Morón y posterior Reino de Taifa, para el Blog de mis culpas.

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